La pileta ornamental de la Plaza Independencia, ubicada estratégicamente frente a la imponente Fortaleza del Real Felipe –uno de los monumentos más importantes del Callao y que figura en la lista indicativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad–, se acaba de convertir en objeto de un debate crucial sobre la conservación del patrimonio. Esta centenaria estructura, declarada Patrimonio Cultural de la Nación y regalo de la Pacific Steam Navigation Company, no es solo un elemento histórico; es la puerta de ingreso al Centro Histórico del Callao y un punto de referencia fundamental para toda visita o excursión turística en la provincia constitucional. Sin embargo, su prolongado estado de abandono y las recientes intervenciones de las autoridades plantean serias interrogantes sobre el compromiso real con la preservación del valioso legado chalaco.
Durante años, esta icónica pileta ha mostrado
signos de deterioro, vandalismo, sustracción de elementos, oxidación y una
notoria falta de mantenimiento. A pesar de las denuncias ciudadanas, las
acciones para su recuperación, a cargo del área de Parques y Jardines de la
Municipalidad del Callao (que carece de personal especializado para este tipo
de patrimonio), han sido insuficientes y tardías.
La situación alcanzó un punto crítico el día de
ayer, 5 de junio de 2025, cuando la parte superior de la pileta, su pináculo,
fue finalmente desmontada ante el inminente riesgo de colapso. Esta
intervención, coordinada entre la Municipalidad del Callao y la Dirección
Desconcentrada de Cultura del Callao, subraya una preocupante omisión: la
intervención se realizó cuando el deterioro era crítico, y el retiro,
efectuado con una grúa, plantea interrogantes sobre la aplicación de los
protocolos adecuados para un bien de su categoría, especialmente en un entorno
patrimonial tan significativo.
Una Declaración y sus
Implicaciones
La discusión se intensificó más, tras las
declaraciones en redes sociales de una página llamada “Amigos de la Cultura y
el Patrimonio del Callao “que afirmó que la parte retirada de la pileta era una
réplica hecha de fibra de vidrio. Esta información añade una capa de
complejidad al caso, pues no se ha precisado en qué momento exacto esta
sección, originalmente de metal, fue reemplazada por este material no
metálico. La presencia de esta pieza no original durante años es un indicativo
más del abandono histórico y la falta de supervisión sobre el estado del
monumento.
La forma en que se comunica esta
información, por parte de una página al parecer vinculada a la Municipalidad
del Callao o de algún funcionario público
o algún amante de la cultura chalaca
-por la forma en que promociona a la Municipalidad Provincial el Callao
- genera una legítima preocupación. Una
declaración de esta índole no solo podría interpretarse como un menoscabo al
valor histórico y simbólico del monumento, sino que también revela una
percepción particular sobre el patrimonio. Este tipo de comentarios, pueden
percibirse como una desconexión con el sentir ciudadano y con la
responsabilidad inherente a la salvaguarda de los bienes culturales. La
existencia de un material no original no exime la responsabilidad de un
mantenimiento preventivo ni de una intervención planificada ante el deterioro
¿Gestión Reactiva o Estrategia Patrimonial?
Mientras la Municipalidad del Callao ha señalado el retiro de esta pieza como una medida para evitar daños a los transeúntes, esta justificación invita a la reflexión sobre la gestión del patrimonio a lo largo de los años. El deterioro de la pileta no es un fenómeno súbito; es el resultado de un abandono prolongado y de denuncias que, aparentemente, no fueron atendidas con la celeridad necesaria. Presentar una intervención de emergencia como un logro puede desviar la atención de la necesidad de un mantenimiento preventivo sistemático y de una gestión patrimonial proactiva.
Un Llamado a la Responsabilidad y
el Cumplimiento de Protocolos
En un Callao que busca consolidar su identidad y el
respeto por su legado, estas situaciones representan un desafío para los
esfuerzos ciudadanos. La gestión del patrimonio por parte de las autoridades es
un reflejo del compromiso con la historia y la cultura local. La pileta de la
Plaza Independencia, sin importar las particularidades de sus materiales
actuales, es un símbolo histórico, un hito urbano y turístico, y como
Patrimonio Cultural de la Nación, exige el cumplimiento de protocolos
rigurosos para su manejo, restauración y cualquier intervención. La
profesionalidad, la ética y el respeto a la ciudadanía y al patrimonio deben
ser pilares de la gestión pública.
Es crucial que se esclarezca la situación integral
de la pileta y que las autoridades asuman su responsabilidad en la protección y
restauración de nuestros bienes culturales. El Callao y su historia merecen una
gestión patrimonial que honre su valor y garantice su preservación para las
futuras generaciones.
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