Un Análisis Crítico: Del Proyecto
Emblemático a la Realidad en la Calle
La inauguración del Museo de Historia y Arte del
Callao, si bien es un hito cultural, se inserta en un contexto de gestión
pública que genera serias preguntas sobre la planificación y el
profesionalismo. Las obras en la Plaza Matriz y la Plaza San Martín (Cívica)
y en el Jirón Constitución han continuado por meses, afectando
directamente la actividad turística y la vida diaria.
Esta situación revela una desconexión crítica entre
la visión de "recuperación" del patrimonio y la realidad operativa.
Mientras la imagen del nuevo museo se proyecta a nivel nacional, la experiencia
del visitante es la de caminar entre escombros, tierra y basura, un escenario
que no solo es incómodo, sino que también transmite una imagen de abandono y
desorganización; además, impiden el flujo normal de peatones y vehículos.
El Centro Histórico del Callao, declarado
Patrimonio Cultural de la Nación, se encuentra en una situación compleja y
dual. Por un lado, se observa un “esfuerzo por su recuperación”; por otro, la
gestión de estos proyectos y del entorno inmediato ha generado un profundo
desorden, afectando la vida de los ciudadanos y la experiencia del visitante.
La aparente desconexión entre los proyectos emblemáticos y la realidad de los
espacios públicos plantea serias dudas sobre la existencia de una visión
integral.
El Impacto en el Turismo y la Imagen
del Callao
La gestión del patrimonio no se puede limitar a la “restauración”
de edificios; debe ser integral, cuidando todo el ecosistema que rodea a los
monumentos, especialmente en una zona que busca ser un polo turístico. Desde
esta perspectiva, la situación actual presenta serias debilidades:
- Falta
de Planificación Empática: Es evidente la falta de consideración por los
picos de actividad turística, como Semana Santa y Fiestas
Patrias. Estas fechas son vitales para la economía local,
especialmente para los restaurantes y pequeños comercios que dependen del
flujo de visitantes. Al mantener las obras en un estado de desorden, se ha
afectado su capacidad para brindar un servicio adecuado, lo que a su vez desincentiva
el turismo de retorno.
- Deterioro
de la Experiencia Turística: Un turista no solo visita un museo o una
fortaleza; vive una experiencia completa, que incluye caminar por las
calles, sentarse a comer y apreciar el entorno. Si el entorno inmediato es
un sitio de construcción, la percepción de la ciudad se ve seriamente
dañada. Esto no solo afecta a los visitantes extranjeros, sino también al
turismo local, que se lleva una impresión negativa de la ciudad.
- Gestión
Desarticulada y Falta de Visión Integral: Tus ejemplos son prueba de
ello. La Plaza Independencia, justo frente a la Fortaleza del Real
Felipe (el principal atractivo turístico), ha sido intervenida de manera
inadecuada, con la colocación de postes que rompen la estética del lugar y
el desmantelamiento de su pileta. Esto demuestra una falta de respeto
por la historia y el diseño urbano, y confirma que no existe una
visión unificada para todo el Centro Histórico.
- Negligencia
en la Conservación: Casos como el de la Casa Conroy o el Edificio
Ronald subrayan la negligencia y la vulnerabilidad del patrimonio. Los
incendios o el riesgo de destrucción de elementos históricos (las losetas)
indican que no hay un plan de monitoreo, seguridad o de intervención
inmediata para salvaguardar estos bienes culturales que no son solo
materiales de construcción, sino la memoria viva del Callao.
En resumen, la actual gestión municipal está
priorizando los proyectos visibles y mediáticos, como la inauguración de
un museo, a expensas de la planificación integral y la calidad del servicio
al turista. El efecto de esta gestión desarticulada y poco empática se
traduce en una imagen desfavorable para el Callao, afectando no solo su
patrimonio cultural tangible, sino también la experiencia de sus visitantes y
la economía de sus propios ciudadanos. Un museo no puede compensar el desorden
de su entorno.
Figura 8: Entorno inmediato - Día 18 de agosto. (Archivo)
La Dimensión Política de la Gestión
Cultural en el Callao.
El uso político de la cultura es una
preocupación evidente y, se alinea con análisis de expertos en gestión pública
y campañas electorales.
- El
Ciclo Político y las Obras Públicas: Es una práctica recurrente en la política
peruana que los gobiernos locales y regionales aceleren la inauguración de
obras emblemáticas en el período previo a las elecciones. El 2026 es un
año electoral, y la visibilidad de los proyectos terminados (o
semi-terminados) es un activo clave para cualquier campaña. La
inauguración del museo podría ser vista como el "producto
estrella" de la gestión, eclipsando el estado inacabado de otras
obras.
- Candidatura
y postulación en las próximas elecciones municipales y regionales: Las fuentes de información
pública han confirmado las intenciones de las autoridades actuales. En
este contexto, cada obra inaugurada no solo es un logro para su gestión,
sino también una pieza clave en su narrativa de campaña. La cultura, en
este caso, se convierte en un vehículo para proyectar una imagen de gestor
eficiente y comprometido con la "recuperación" del Callao.
- Narrativa
de "Recuperación": El discurso de "recuperación de la
historia" y "vuelta a la grandeza" del Callao es
políticamente potente. Apela al orgullo local y a la nostalgia por un
pasado glorioso. La inauguración de un museo se inserta perfectamente en
esta narrativa, independientemente del estado de las calles aledañas y el
mal estado del patrimonio cultural chalaco.
- Serenata
por Aniversario del Callao: Un evento tradicional y que se
realiza en el aniversario de toda ciudad, para brindar entretenimiento y
sobre todo reforzar nuestra identidad e historia. Las últimas gestiones ya
no lo organizan en alguna plaza pública como antes,lo han convertido en
negocio y cobran entrada. Un ejemplo es el Festival Chim Pum Callao 2025,
realizado el 16 de agosto último, donde fue una vitrina para presentar a
sus candidatos.
La situación actual del patrimonio cultural en el Callao es una mezcla
de avances concretos (el museo, los planes de restauración)
y desafíos significativos (obras inacabadas, la aparente falta de un
plan integral). La dinámica de inaugurar proyectos de alto impacto
mediático, como el museo, tiene una clara dimensión política mientras
el patrimonio cultural del Callao se sigue destruyendo y alterando. Esto no
invalida los esfuerzos por la cultura, pero sí plantea preguntas importantes
sobre las prioridades y la sostenibilidad real de las acciones de gestión en el
contexto del ciclo electoral y, lo más importante, la forma en que se lleva la
gestión cultural en nuestra Provincia Constitucional.
"La puesta
en valor, no es suficiente para convertir al Callao en un
destino turístico; se requiere un enfoque holístico que priorice el orden,
la coherencia y el respeto por su historia y su gente".
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